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Si te gusta el cine independiente -en especial los documentales- reírte un poco y hasta llorar, pues Cesar’s Grill, el pentagrama de una tragicomedia familiar, es lo que buscas ver.
«Cesar’s Grill» como buen ecuatoriano, tiene la habilidad de convertir los dramas en comedias y reírte de lo bueno y -aún con mayor entusiasmo- de lo malo. Y es que tengo la teoría de que los ecuatorianos somos capaces de convertirlo todo en una tragicomedia y tal vez el drama familiar de Darío Aguirre lo confirme.
El documental fue proyectado en los EDOC del año pasado y actualmente está en cartelera desde el 10 de abril pasado en todo el Ecuador. No voy a llenarte de spoilers porque la verdad es que quiero que te veas la película, así que estas son unas cuántas razones por las que debes hacerlo (¡Pronto!):
Está cargado de espontaneidad
Aunque los documentales no son ficción y básicamente son un relato de la realidad, normalmente armas un guión previo a la filmación. Haces una investigación del tema y todo esos elementos de una pre-producción. Sin embargo, en «Cesar’s Grill» pareciera que Darío Aguirre no planificó mucho el asunto y se dejó llevar por su instinto. Tal vez vio una oportunidad de contar su propia historia familiar con la ironía que inicia la trama: César (padre de Darío), le pide a él, un vegetariano, que maneje un restaurante especializado en carnes a la parrilla.
Te hará amar a sus personajes
Aunque Darío Aguirre es el narrador de esta historia, lo más probable es que te enamores de su padre, César. Darío no tiene una relación muy estrecha con él -incluso pareciera que lo resiente-, así que su retorno de Alemania a Ecuador y la filmación de «Cesar’s Grill» es su oportunidad para redescubrir a su padre. Es un tipo carismático, aunque de pocas palabras: de esos que hablan poco, pero espeso o incluso clantinfleando. Esos que a veces no solemos entender mucho, hasta que logramos conocerlos de verdad.
El soundtrack es lo mejor de la película
La parrilla musical de «Cesar’s Grill» está más buena que los chuzos asados que hace. Esa es la plena. Darío Aguirre tiene la genialidad que crear uno de los mejores soundtracks que he escuchado (está a la venta aquí). Como si fuera un musical o una película para chicos, Darío introduce canciones totalmente originales al pentagrama de este documental. Cada canción es el complemento perfecto y está situada con precisión en cada punto de quiebre. No por nada recibió dos Premio Colibrí Ecuador 2015 en las categorías “Mejor música original” y «Mejor Documental».
Foto de portada: Facebook El Grill de César.