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Cardànas con dos años de estar a la luz ofrece una opción de calzado poco común en el país y con un concepto diferente. Su showroom se encuentra en La Floresta una zona donde los diseñadores independientes se han establecido para crear un espacio de moda y arte que ha sido el impulso para seguir creando.
En un ambiente acogedor y rodeados de arte, Sebastián Aguirre, creador de Cardànas me da un recorrido por el local y comenta como este espacio es de todos. Desde una pared disponible para grafitear en la parte exterior, para llegar a cuadros, revistas, ropa, bufandas y hasta cervezas artesanales que otros emprendedores locales decidieron colocar en Cardànas para mostrar el talento nacional y la unión de los artistas.
El joven diseñador no pensó solo en un diseño lleno de estilo que ofrece comodidad, él fue más allá, incluyó la responsabilidad social y ambiental. Sus proveedores son locales y reconoce la mano de obra. La lona de los zapatos son de algodón y caucho natural.
Sencillez, estilo y ligereza es la firma de la marca. “No quiero añadirle muchos elementos decorativos a mi diseño, quiero que haya limpieza”. Y es así como empezó con su primera colección “Origen” llena de colores brillantes pero de modelos planos. Poco a poco ha ido añadiendo algunos elementos decorativos en cuero pero manteniendo el estilo limpio que lo caracteriza y que a todos gusta.
El proceso de elaboración inicia en Quito en la mente de Sebastián, quien investiga las tendencias y realiza los sketches para luego ir a la fábrica en Ambato donde se realizan los prototipos y se escoge el modelo y color seleccionado para ponerlo en venta. Emplea telas, lonas, algodón, gabardina y ciertos modelos llevan cuero, aunque evitan usar este material porque se alejan de la responsabilidad ambiental.
Càrdanas se centra en zapatos pero también ha decidido incluir camisetas donde los diseñadores somos nosotros, es decir si tienes una buena ilustración y quieres que la gente use una camiseta con tu diseño pues aquí tienes el espacio para lograrlo.
Ahora se encuentra impulsando la línea Emerick que son botines con detalles en cuero manteniendo la sencillez de su diseño. En pocos meses saldrá su nueva colección que incluye modelos que están de moda. Los precios oscilan entre 50 y 70 dólares brindando la oportunidad para que todos compren zapatos hechos en Ecuador y de buena calidad.
Cardànas se va para arriba, Sebastian tiene muchos proyectos en mente para la marca y anhela expandirse a un mercado más grande y a futuro ser reconocido a nivel internacional. Seguro que lo logra porque en tan poco tiempo ha logrado que ecuatorianos se sientan gustosos con su línea de zapatos y se identifiquen con la marca.