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Audrey Stone nunca pensó que tener a Figo, su perro guía, le salvaría pero así fue. La mujer es ciega, por lo que seis años antes había solicitado un perro que la ayudase a tener una vida común en Brewster, una localidad a 60 millas de Manhattan. Un accidente este año los separaría por meses, pero este 26 de octubre pudieron reencontrarse.
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Audrey nació con una visión limitada y durante la mayoría de su vida usó un bastón para poder valerse por sí misma, pero después de años de usar el artefacto, decidió conseguir un perro guía. Esta decisión le salvó la vida, cuando el 8 de junio pasado un minibus escolar que intentaba girar en una calle cercana a su casa, no vio que ella cruzaba la calle.
El bus se dirigía directamente hacia ella, pero Figo se interpuso entre Stone y el automóvil. “Básicamente, él habría muerto por mí, al hacer lo que hizo”, dijo Stone. El perro incluso se negó a abandonarla en el lugar del accidente después de que ambos fueran heridos.
Paul Schwartz, quien administra una estación de gasolina en la intersección, corrió a ayudar. “El perro no quería alejarse de su lado”, recordó. “Él se movió hacia ella, y ella no quería que él se alejase”.
Schwartz recuerda que después del accidente Stone gritaba el nombre de Figo y quería asegurarse de que él estuviera bien.
Audrey sufrió una fractura de tobillo, otra en el codo y las costillas y necesitó puntos en la cabeza. Por su parte, Figo tenía una herida grave en una de sus piernas. En el momento del accidente y después de ver la lealtad de su can, Stone se fijó un objetivo: conseguir que volvieran a estar juntos después de esta experiencia.
La mujer pasó meses en un hospital de rehabilitación mientras el golden retriever fue atendido y volvió a sus entrenadores, quienes debían asegurarse de que él sería capaz de volver a trabajar. Así, por fin este lunes se dio el tan esperado reencuentro entre ambos.
“Oh, mi buen chico”, exclamó Audrey mientras lo acariciaba. Figo meneaba su cola con fuerza, con toda su fuerza. “Estás en casa – ¡por fin!”.
Desde el accidente y desde que la historia se hiciese conocida, muchos han enviado tarjetas, hecho llamadas y enviado juguetes para perros a Audrey de lugares tan lejanos como Inglaterra. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales incluso dio a Figo la concesión del año.
Después del accidente del bus Figo no se volvió temeroso, Audrey se recuperó de sus heridas, el conductor del bus recibió una citación por no ceder el paso a un peatón, según informó CBS de Nueva York en junio, y los dos niños de kinder que iban en el autobús no resultaron heridos.