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Una antología con un denominador en común: el terror tecnológico.
Black Mirror –serie inglesa estrenada en 2011- comprende un conjunto de episodios donde cada uno hace una crítica a la tecnología y el uso que le da la sociedad, cómo nos transforma y hasta donde llegamos con ella -algo que no deja indiferente a nadie en estos tiempos-.
Su primera y segunda temporada cuenta con solo tres episodios -básico de los dramas de ficción de Reino Unido- que te dejarán tan impactado como la nueva función de Gmail que te hace el favorcito de revisar tus mails y decirte qué contestar.
Vamos a explorar rápidamente capítulos de la serie Black Mirror para que tengan una idea de qué va. Les aseguro que los impactará.
‘The National Anthem’
https://youtu.be/YxHqK4lkAtg
En este episodio secuestradores amenazan con matar a una princesa llamada Susannah, a menos que el Primer Ministro británico tenga relaciones sexuales con un cerdo. ¿Cómo se relaciona esto con la tecnología y nuestro estado actual? Pues para ejercer presión, los secuestradores comparten un video en YouTube con sus exigencias. A pesar de que el Gobierno prohíbe cualquier tipo de cadena en el país, el video es visto masivamente en internet. La gente estaba tan preocupada por ver si el político cedía o no en televisión que pierden todo contacto con la realidad.
Estas tres cosas nos hará pensar el capítulo:
- Censurar cuesta mucho más que antes. Internet no es una plataforma que puedes controlar fácilmente.
- Internet ejerce presión colectiva. Recuerden que con la red se ha logrado hasta derrocar gobiernos en el Medio Oriente.
- Luego de las protestas que se pueden hacer por internet, ¿qué sigue? ¿Debe legislar el gobierno en función de la presión en redes sociales?
‘The Entire History of you’
¿Qué pasaría si los recuerdos fueran imborrables? En este capítulo los personajes tienen un chip en el que automáticamente almacenan lo que ven sus ojos –clips a los que pueden acceder cuando ellos quieran-.
Y aunque, como decía Marco Tempest:
El cerebro es muy bueno para olvidar. Por eso, en este cosmos inmenso y solitario somos tan maravillosamente optimistas…
El episodio intenta mostrarnos varios motivos por los que no debemos utilizar un sistema así, pues estaríamos constantemente reviviendo el pasado, ya sea para algo bueno o malo, y tal vez pasaríamos ahí más tiempo que en el presente. Perderíamos algo intrínseco en el ser humano: la capacidad de olvidar. Que a mi parecer nos hace débiles -puedo equivocarme-.
Actualmente grabamos todo en nuestro móvil, pero solo los momentos felices. ¿Se imaginan grabando los tristes?
También el capítulo nos hace pensar en la privacidad, algo que personalmente me preocupa en esta era digital. Aquí las personas están en los videos de otra sin su permiso. ¿Les gustaría eso?
La serie Black Mirror se defiende por sí sola
Podemos seguir mencionando la trama de todos los capítulos, pero creo que Black Mirror se defiende por sí sola. Provoca reflexiones necesarias e incómodos sentimientos en el espectador.
¿Una visión alarmista y exagerada? Vamos, no está nada alejada de la realidad, excepto lo de robots que simulan ser una persona fallecida basándose en los conocimientos que adquieren de sus redes sociales. Obviamente eso está un poco lejos, pero su concepto no.
Entra a la visión perturbada del futuro, dirigida por Charlie Brooker, en Netflix.