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Con tan solos $300 de inversión y ocho modelos inició Camisetas Bakanes. El diseñador gráfico Azael Torres mostró sus primeros modelos a sus amigos en el 2006. Sus diseños tienen un estilo muy urbano y local, que marcó una diferencia en la forma de vestir de los ecuatorianos.
«Tenía la idea clara, que no era vender camisetas. Mi idea siempre fue vender diseños diferentes. El vehículo son las camisetas», aunque mañana podrían variar a gorras, llaveros u otros, explica Azael.
La idea era innovadora en el mercado ecuatoriano, tan acostumbrado a consumir cultura externa y muy poco de la nacional. Y además, que esta venga en formato de camisetas -algo que luces todos los días-, de alguna manera, es declarar un statement (manifiesto) de estilo.
Los amigos ‘acolitan’ con dos o tres prendas, dice Azael Torres; pero en el 2007 llegó el momento de salir de la sala casa al mercado nacional, donde los emprendedores ecuatorianos comienzan a medir sus fuerzas. Aunque pensó en abrir un local, no tenía los recursos suficientes, por lo que vio una alternativa de venta directa a través de una tienda en línea con la página web de Camisetas Bakanes. Además -paralelamente- comenzó a vender a consignación en tiendas de música de Guayaquil.
A través de la tienda online, Azael notó que mucha gente fuera de Guayaquil también estaba interesada en los diseños de Camisetas Bakanes. «Era un mix interesante de clientes que llegaban de la web. Gente de afuera, de aquí, de provincias», dice. Así, su emprendimiento fue creciendo y en el 2009 abrió su primer local (una isla) en uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad. Actualmente tiene 5 puntos de venta dentro y fuera de ella.
Emprendedores ecuatorianos: cómo inició Azael Torres
«En el recorrido se ha sumado gente», cuenta Azael Torres. «Tuve mucha apertura de diseñadores que querían apoyar y colaborar con el proyecto (…) Al empezar y hacer una propuesta diferente, como que se activa la gente», recuerda este emprendedor. «Creo soy buen diseñador, tengo buenas ideas; pero no soy ilustrador», asegura… y confiar en otros para hacer esta tarea amplió su gama de diseños, ofreciendo productos diferenciadores.
Actualmente, Azael tiene una especie de colectivo colaborativo, una red de diseñadores que envían sus artes para ser plasmadas en Camisetas Bakanes. Y, poco a poco -mientras el negocio iba creciendo- este emprendedor ecuatoriano dejó un tanto de lado la creación de diseños, para dedicarse más a la parte comercial.
«La parte lúdica, que es el diseño, es una parte del engranaje, del todo». Así, en el camino le tocó aprender muchas cosas y evaluar si dedicarse más a la parte comercial o la creativa. «Ver que el negocio se sustente, funcione, pagar, sueldos, que no bajar la venta», explica
A lo largo de este camino, Azael -como seguro también otros emprendedores ecuatorianos- ha aprendido a hacer de todo un poco. «Estar siempre alerta de lo que pasa al rededor (…) y ser muy analítico» con el movimiento del mercado. También estar pendiente del negocio «porque no funciona a control remoto. Al menos al principio». Asimismo, asegura que la flexibilidad es también parte de este trabajo: «No casarse con una idea, con un formato, con una forma».
«No casarse con una idea, con un formato, con una forma».
Casi 10 años después, «el negocio ya rueda», dice Azael Torres, por lo que actualmente sus mayores preocupaciones son sacar nuevos modelos. Aparte de camisetas, también hay gorras y otros accesorios.
Consejos de emprendedor a emprendedor
¿Por qué emprender? «Hay la necesidad de que la gente se diferencia, de que haga sus cosas. Está más afianzado el término de que tienes que hacer lo que te gusta y estar más libre y ser más feliz. Entonces, eso te lleva al emprendimiento: tienes que hacer lo que mejor se te da. Darle pie», indica Azael.
«Tienes que hacer lo que mejor se te da. Darle pie».
Además, asegura que en el 2007, el tema del emprendimiento no estaba tan acuñado. «Se escuchaba muy poco esa palabra. Pero ahora ya es casi una necesidad entre los jóvenes emprender y sacar sus negocios adelante». Y a pesar de esto, en esa época Azael se lanzó a ser parte de esa primera tanda de emprendedores ecuatorianos que han marcado una diferencia.
Por ello, él te dice: «Lánzate lo más saludable posible: sin endeudarse tanto, pues ya empiezas con una preocupación. Hazlo con lo que tienes, de la mejor manera. Pide favores, sé recursivo. Mira la forma de entusiasmar a la gente para que te ayude».
«Pide favores, sé recursivo. Mira la forma de entusiasmar a la gente para que te ayude».
En ese camino Azael Torres ha tenido también desventuras, como un local de ropa que tuvo que cerrar. «Pero tampoco es algo en lo que me quedé llorando. Ya sé cómo salir y cómo empezar. Ya sé que no hacer». Asegura que si este hubiera sido su primer paso (poner de una un local comercial), «no estuvieramos hablando».