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Fuimos a los sanfermines en Pamplona, Navarra en un grupo de tres: Paulina, Montserrat y yo. Lo que se ve en el video es el principio del encierro del último día de festejos del 2014. Estuvimos despiertas toda la noche para verlo y fue agotador, pero valió la pena. Pudimos experimentar parte de la cultura festiva del lugar.
Mucha gente alquila sus balcones para que los turistas puedan el recorrido de casi 800 metros del encierro. Los precios son variados, pero cuando has llegado a Pamplona el día antes del encierro las opciones son pocas. Así que decidimos verlo desde abajo, buscando el mejor sitio posible.
Ya no te dejan estar muy cerca de la gente que corre delante de los toros. El espacio entre nosotros y los toros es para que los que quieran salir lo hagan libremente. Fue emocionante estar allí, yo estaba nerviosa ¿y si veíamos algún accidente o algo así? A mí me pone muy mal ver a gente en riesgo de ser embestido por un animal tan fuerte, que puede causar mucho daño… Así que estaba casi sudando frío, pero me distraje. También era porque tenía hambre… No habíamos dormido, cenado o desayunado propiamente.
Un dato curioso sobre esta festividad es que fue el escritor Ernest Hemingway quien ayudó a popularizarla como atractivo turístico dado a la difusión que le dio siendo periodista y después dentro de su obra literaria. En su libro Fiesta se describen a detalle todos lo que puedes encontrar en los sanfermines: alcohol, música, bares, chicos y chicas por toda la ciudad celebrando y pasándolo bien. En la ciudad están marcados con placas oficiales los sitios dónde estuvo el escritor y se puede hacer un recorrido -«la ruta Hemingway» – por Pamplona siguiéndolos. A Hemingway le gustaban tanto los sanfermines en Pamplona que estuvo allí en ocho ocasiones.
Video: Montserrat Martorell
Texto: Valentina Portaluppi