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El Senado de Estados Unidos aprobó el último martes de marzo del 2017 un proyecto de ley que deroga las restricciones de la caza en los refugios nacionales de vida silvestre en Alaska. Esta medida proteccionista existía desde la era Obama, pero otro símbolo del cambio de los tiempos en Estados Unidos es que ya la Cámara de Representantes había votado por abolir esas restricciones. En Alaska existen 16 refugios nacionales de vida silvestre de propiedad federal y que comprenden alrededor de 68,6 km2.
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En esos territorios habitan animales como los osos pardos y osos negros hasta lobos y coyotes lobos, los coyotes y otros. La regla de la era Obama prohíbe específicamente la caza para el control de dichos depredadores, quienes a su vez se alimentan de la carne de los llamados ungulados como ciervos y alces. Estos últimos son fuente de los alimentos de muchos habitantes de Alaska. Uno de los problemas de quitar la prohibición es que volverían técnicas como la caza aérea, la captura en vivo o el cebo de depredadores como osos y lobos, así como la muerte de esos depredadores cuando estaban cerca de sus guaridas o sus cachorros. Actos que pueden ser considerados muy crueles.
Hay representantes republicanos a favor de la abolición de la ley, como Don Young, quien señala que las restricciones representan el exceso federal y que socavaban la capacidad de Alaska para manejar el pescado y la vida silvestre en las tierras de refugio».
Por su parte la senadora demócrata María Cantwell de Washington,considera que «esto no se trata de los derechos de los Estados, no se trata de prohibir la caza… Se trata de cómo podemos administrar estos refugios de vida silvestre en la medida en que las agencias creen que son necesarios para la preservación de estas áreas de patrimonio de la fauna».
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Los defensores del bienestar de los animales también han condenado la medida. «Esta legislación letal permitirá el uso de dispositivos bárbaros, como las trampas para las piernas, que pueden dejar a los animales luchando y sufriendo durante días y lazos de cuello que lentamente estrangulan la fauna enredada», dijo Jeff Flocken, director regional de la sucursal norteamericana
Sin embargo, la senadora republicana Lisa Murkowski de Alaska dice que estas objeciones provienen de activistas que no están familiarizados con Alaska, donde «la administración estatal de peces y vida silvestre es prácticamente sacrosanta».
«Los opositores alegan que la derogación de esta regla legalizará las prácticas brutales de control de los depredadores», dijo Murkowski, según el diario Dispatch News. «El Senado debe saber que ya es ilegal que los cazadores utilicen ciertas prácticas: el gas contra los lobos, las trampas a los osos, no se puede hacer esto en los refugios nacionales de vida silvestre en Alaska».
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