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A veces creemos no merecerlo, a veces es un estado que nos desborda; sí, un estado. Creo firmemente que al querernos, valorarnos y estar conscientes de todo aquello que realmente merecemos, es y debe seguir siendo un estado -diría que mental- tan o más importante que el físico o emocional. Es el amor propio.
Todas las personas deben estar en la capacidad de aceptarse y respetarse, de tener una percepción positiva de sí misma. Como te trates a ti mismo, será el reflejo de como sean tus relaciones con el mundo exterior.
Pienso que en algunos casos no suele ser tan sencillo como se lee, y es que muchas personas desde pequeñas han sido influenciadas por ciertos factores que han marcado su vida de una u otra manera, haciendo que hoy día no se permitan ser felices. En algunas ocasiones porque han tenido una crianza un poco traumática o con ciertas carencias a nivel de valores y emociones, por alguna relación violenta, o simplemente por la falta de auto aceptación.
Cuando se viene de una familia en la que no se toman en cuenta y reconocen los sentimientos, los logros, los gustos y opiniones, se empieza a desarrollar internamente un sentimiento de que todo aquello que sintamos o pensemos no es importante, y estas son cosas que no deben pasar. Siempre hay que hacerle sentir a los pequeños de la casa que en todo momento será importante qué opinan con respecto a un escenario, qué sienten con respecto a cosas tan sencillas como lo que van a comer en el día, si quieren o no vestir alguna prenda de ropa para la salida que está programada, si son felices yendo al colegio al que van, preguntándoles cómo les fue en su día, y una infinidad de detalles que marcarán la diferencia y los harán sentir de que ellos son igual de importantes que cualquier adulto de la casa, de esa forma fomentamos en ellos personas seguras de sí misma y felices a futuro.
De igual manera pasa con las relaciones amorosas, cuando sabes como persona lo que vales y lo que quieres, jamás vas a permitir que tu pareja te menosprecie y mucho menos que te maltrate. ¡Eso es amor propio!
Debes aceptarte, con tus virtudes y defectos, naciste para ser feliz y comerte al mundo con todo aquello que te propongas.
La psicóloga María Augusta Herrera cree que “las personas construyen su imagen en relación a lo que los otros creen o dicen de ella”. Con esta premisa concuerda el coach ontológico transformacional Alejandro Esteves; sin embargo, considera que no es erróneo que se escuche la opinión de los otros, pero los inconvenientes surgen cuando estos criterios se convierten en determinantes para la percepción propia.”
Coincido con las opiniones de la Dra. Herrera y coach Esteves; somos personas únicas, diferentes, cada una con su estilo, capaces de aportar nuestro granito de arena en cualquier desafío que la vida nos ponga en el camino, no tenemos que cambiar nuestra esencia solo porque a otro no le guste cómo seamos, eso es exactamente lo que nos hace auténticos.