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El 2021 fue un año muy especial para Ridley Scott ya que estrenó dos películas a un mes de diferencia, siendo la primera “The Last Duel” que se filmó a comienzos de la pandemia. Durante ese espacio de tiempo que el COVID-19 causó retrasos en estrenos, el director aprovechó para tomar otro proyecto mientras tanto. Así fue como decidió filmar una “biopic” que contara sobre el escándalo de la familia Gucci, como también el romance entre Patrizia y Mauricio. Al poco tiempo de haberse filmado y de llegar con su otra película, Scott nos trajo “La Casa Gucci”. ¿Qué tal salió?
Entrando al mundo de los Gucci
Scott siempre ha logrado transformar sus películas en mundos para que el espectador se adentre, desde pequeñas historias hasta lo más grande en proporciones. Aquí se puede ver un apartado de producción muy cuidado por parte del director y su equipo, tenemos vestuarios que van con la identidad de cada uno de los personajes hasta sus peinados correspondiente al paso de las épocas. Lo destacable no es solo la producción, sino que Ridley apuesta por una historia donde los espectadores vayan poco a poco conociendo a los personajes usando drama y hasta comedia involuntaria. Los muestra como las personas imperfectas que eran, y también sus ambiciones que los pudrieron a cada uno, escritos como probablemente debieron haber sido. Este termina siendo uno de los mensajes que uno capta mientras ve la cinta, dejando saber que probablemente debe haber gente así en la industria.
La dosis Ridley Scott
Se necesita todo un equipo comprometido para lograr que estos elementos se unan entre sí sinérgicamente, y este crédito va tanto al director como a cada uno de los involucrados. Viendo delante de cámara, la magia final que evocan los personajes se debe más a los actores que a los mismos guionistas en este caso. Adam Driver da su tercera actuación ese mismo año (siendo en Annette y la propia The Last Duel las dos anteriores) pero aún se mantiene igual de sólido que siempre, pero Lady Gaga es la sorpresa para muchos. También tenemos robandose el escenario a dos leyendas de la actuación como Al Pacino y Jeremy Irons, los cuales tienen roles más pequeños pero que trasmiten el acento aún más genuino que los protagonistas. El que más ha causado polémica es Jared Leto al transformarse en Paolo, el cual dividió al público, pero que demuestra el compromiso actoral que tiene. La fotografía también con su tonalidades y el uso de la música cabe como otro de los apartados muy cuidados, definiendo la clase de historia que uno como espectador espera ver.
Novelizar los hechos
Aun teniendo un director como Ridley Scott al mando y todo un equipo de actores dando todo de sí, hay varios elementos que terminan por pesarle a la cinta. El guión no tiene un conflicto más que ser el relato de cómo Patrizia entró a la familia Gucci y la caída de su esposo en la industria de la moda, es algo que no hubiera molestado de no ser por su duración excesiva de casi tres horas. Lo que puede afectar que te termine gustando o no es la forma como se novelizo la historia, muchos lo pueden sentir interesante como también ridículo. Un punto ambivalente es que por momentos intenta ser muy seria y por otros momentos muy ligera, creando un desbalance que hará que se pierdan varios espectadores. Se podría mencionar que el último clavo para la cinta es que desperdicia ideas como también usa otras que sobran, teniendo subtramas muy alejadas a los personajes principales como también el potencial que pudieron llegar al hacerla una miniserie.
Conclusión
House Of Gucci es una mezcla de muchos elementos que sobrecargan un poco la cinta, el drama con comedia involuntaria podrá funcionar para los que vayan mentalizados con ver eso. Los que cargan la cinta son los actores que luchan por ver quien lo hace mejor, como también el esfuerzo de Ridley Scott por relatar esta historia y adentrarnos en su mundo. Pudo llegar a ser mucho mejor pero también pudo haber sido mucho peor en manos de alguien menos cuidadoso, habrá más historias de ambición pero esta va a destacar por lo novelista o hilarante que llega a ser.
Calificación: 7/10
Por: Fernando Mideros