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Por: Luisana Castro
Queen’s Gambit (nombre original), miniserie de Netflix que está protagonizada por la actriz anglo-argentina, Anya Taylor Joy. Es una historia basada en la novela del mismo nombre escrita por Walter Tevis.
A pesar de tratarse de una ficción, los actores ejecutan los movimientos reales de este juego de mesa. Por esto se ha hecho acreedora a excelentes críticas por parte de los amantes de este deporte. Esto se logró gracias a que el ajedrecista ruso, Gary Kaspárov, quien obtuvo el título de mejor ajedrecista desde 1985 hasta el año 2000; fuera uno de los asesores de la serie.
La historia es tiene un tinte fresco a las series sobre adolescentes que usualmente estamos acostumbrados. Beth Harmon, la niña prodigio del ajedrez es la gran estrella de este deporte en un mundo de hombres. La narrativa no nos muestra un villano como tal, pues Harmon es su propia enemiga. Beth vive su propio tablero de ajedrez siendo las piezas blancas su cordura y las negras su locura.
La producción de Queen’s Gambit es excelente, sobre todo el vestuario que no deja de recordarnos que toda esta miniserie es un juego de ajedrez.
Gambito de Dama toma este nombre al ser una de las tantas aperturas que tiene este deporte. Consiste en una rápida apertura a la reina para que pueda moverse libremente por el tablero. Queen’s Gambit no solo toma del ajedrez el nombre de la serie sino que sus capítulos también tienen nombres de jugadas.
En esta producción podemos encontrarnos con caras conocidas como las de Harry Melling, quien fue el odiado Dudley Dursley en la Saga de Harry Potter. Y al siempre joven Thomas Brodie – Sangster, de la película Love Actually.
En menos de 28 días, la miniserie ya contaba con 62 millones de usuarios que la habían visto. Se posesionó en el top 10 de 92 paìses. convirtiendose así en una de las series más vistas de Netflix.