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Es cierto, ir a tomar un baño y sentir de golpe el agua fría tocar nuestra piel puede ser bastante desagradable e incluso, para algunos, traumático.
El cuerpo reacciona desencadenando una respuesta masiva al estrés, que hace que suba el ritmo cardíaco, aumente la circulación sanguínea y a su vez se libere adrenalina.
Sin embargo, si pensamos en los múltiples beneficios que tiene bañarse con el agua a esta temperatura, quizás no lo pienses dos veces cuando te toque girar el grifo al momento de tomar tu baño.
BENEFICIOS
Muchos aseguran que ducharse con agua fría puede tener beneficios para la salud, pues al hacerlo, algunas de las ventajas que podemos obtener es la mejora de la circulación, alivio del estrés y aumento de la vitalidad y lucidez mental.
No obstante, también se dice que bañarse con agua fría puede ayudar a tratar la depresión y la ansiedad, reparar los músculos tras el ejercicio, quemar más grasa o incluso darle un impulso al sistema inmunológico.
Acá te dejamos una lista de beneficios que debes conocer para que consideres comenzar a tomar tus duchas con agua fría:
AUMENTA LOS NIVELES DE OXIGENO
La doctora Rivas Coronel, indica que: “al cuerpo recibir el agua fría, éste acelera la respiración para poder regular la temperatura corporal. Esto a su vez hace que tengamos más niveles de energía, por lo cual necesitamos más oxígeno”.
MEJORA EL ESTADO DE ANIMO
El agua fría estimula la noradrenalina, una hormona que produce alivio y mejora el estado anímico de las personas, lo que reduce la ansiedad y la depresión. Verás que al bañarte con agua a esta temperatura te comenzarás a sentir más relajado y dormirás plácidamente en las noches.
SUBE LOS NIVELES DE PRODUCTIVIDAD
La actividad mental se agiliza al ducharte con agua fría. ¿Cómo? Pues, luego de tomar el baño, te sentirás más despierto y, por ende, más atento al momento de realizar tus labores. De hecho, algunos expertos comparan los efectos con los de la cafeína por las mañanas.
EVITA LAS VÁRICES
Al tomar el baño con agua fría, ésta “Inhibe la aparición de venas varicosas o reduce su aspecto visiblemente. Esto se debe a que la sangre bombea más rápido hacia todo el cuerpo e impide la inflamación”, asegura Cecilia Romaldo, cosmiatra de Motivos Spa.
MEJORA LA CIRCULACIÓN
La exposición al agua fría tiene repercusiones positivas a nivel cardiovascular, pues, ante el frío nuestra tasa cardíaca aumenta y se contraen los vasos sanguíneos. La sangre viaja a gran velocidad y cargada de oxígeno a los órganos principales y a los músculos, mejorando la circulación hacia estas áreas.
Sin embargo, deben tener mucha precaución las personas que padezcan algún tipo de cardiopatía y trastorno cardiovascular, ya que la contracción de los vasos sanguíneos y la aceleración del ritmo cardíaco puede ser perjudicial en su caso.
TENDRÁS UN CABELLO MÁS SANO
La esteticista Cecilia Romaldo agrega que una ducha con agua fría fortalece la fibra capilar, previene la caída del cabello y la caspa, además de mantener el pelo hidratado por más tiempo, ayudando también en su crecimiento.
ACELERA EL METABOLISMO
Ante la presencia de frío, nuestro cuerpo va a empezar a demandar energía con el fin de poder mantener la temperatura interna en niveles adecuados. Para ello, genera una aceleración del metabolismo, consumiendo los recursos almacenados en el organismo.
La consecuencia de esto, es que con la exposición al frío empezamos a quemar azúcares y grasas para mantener la temperatura corporal a niveles aceptables.
ALIVIA DOLORES
Es habitual que cuando nos damos algún golpe y tenemos algún tipo de inflamación, usemos el frío para bajarlo, por ejemplo, cuando nos colocamos una bolsa con hielo en la zona afectada o una compresa fría.
Este efecto se debe a que las células que rodean el área lesionada exigen una menor cantidad de oxígeno con el frío, reduciendo la hinchazón del área afectada. Las duchas con agua fría tienen el mismo efecto, aunque en este caso se expone todo el cuerpo al frío. Asimismo, también permite aliviar dolores musculares o incluso dolores de cabeza.
CUIDA AL MEDIOAMBIENTE
De acuerdo a la OMS, con un baño de 10 a 15 minutos podemos llegar a utilizar 300 litros de agua.
El hecho de bañarse con agua tibia muchas veces alarga el proceso, puesto que dejamos correr un buen chorro de agua hasta lograr la temperatura idónea. Esto se puede evitar con los baños de agua fría desde el inicio.
¿En qué ayuda esto? Pues, ahorrarás energía eléctrica, agua y tiempo.
Por supuesto que esta práctica no está hecha para todo el mundo, sobre todo cuando se toma en cuenta a los niños, a las personas con problemas cardiacos o aquellas de edad avanzada podrían tener complicaciones de salud.
¿CÓMO PUEDES EMPEZAR A IMPLEMENTARLO?
Si no estás acostumbrado a hacerlo, nunca es tarde para intentarlo. Puedes empezar con agua tibia y bajar la temperatura paulatinamente hasta llegar al agua fría.
Lo ideal es iniciar la ducha de cabeza a pies. “Cuando nos bañamos de esta manera, la cabeza recibe el agua fría y luego se siente una sensación de tener las piernas y pies más ligeros”, señala María del Carmen Rivas, coordinadora del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación de la Clínica San Juan de Dios, Perú.