Compartir
Usar tu smartphone todos los días es una costumbre masivamente expandida desde hace algunos años. Aunque no lo creas, llamar, recibir mensajes, tomar fotos y usar internet todo el tiempo puede volverse un problema de salud grave. La nomofobia o el miedo a no estar conectado puede crear angustia en quienes han desarrollado una relación insana con su móvil.
El término nomofobia viene del inglés no-mobile-phone phobia y se usa para describir la dependencia al teléfono móvil. Las personas que la padecen suelen sentir mucha angustia al olvidar el teléfono y tienden a revisar sus mensajes constante y compulsivamente.
<< Lee también: Cómo vivir sin redes sociales y no morir (tanto) en el intento >>
Las fobias son una manifestación de nuestros conflictos internos y con el tiempo hemos hecho que la tecnología también se vea inmersa en la manera en la que los expresamos.
Nomofobia: síntomas, causas, consecuencias y tratamiento
Los adolescentes son el grupo demográfico más propenso a la nomofobia, no por ser los que más usen la tecnología, sino por su natural necesidad de sentirse aceptados. En esa etapa de la vida donde aún se están definiendo a sí mismos y necesitan sentirse parte de un grupo. También son propensas las personas inseguras y las que tienen baja autoestima porque pueden encontrar en el teléfono móvil la herramienta perfecta para comunicarse con otros y para crear «ambientes seguros».
Síntomas de alarma
- Sensación de ansiedad
- Taquicardias
- Pensamientos obsesivos
- Dolor de cabeza
- Dolor de estómago
Causas
Las causas de la nomofobia dependen de varios factores: la necesidad de sentirse conectado con los demás, problemas de autoestima, dificultades para relacionarse con otros e inseguridad personal.
<< Lee también: Las 4 apps ridículas que querrás tener >>
El control y perfeccionismo son también otra causa importante del desarrollo de la nomofobia. Poder presentarte sin defectos o tener control sobre ellos puede crear dependencia con el teléfono porque ahí podemos editar nuestras respuestas e interacciones.
Consecuencias
Las personas que se han vuelto adictas al móvil suelen estar constantemente conectadas en sus dispositivos y desconectadas de su entorno. Esto les trae problemas de socialización y sobre todo conflictos en sus relaciones afectivas porque están acostumbrados a expresarse por medio de la pantalla. Así, al verse cara a cara, presentan dificultades para expresar lo que desean o sienten. Si la adicción llega al punto de no apagar el teléfono en la noche, esto podría afectar los patrones de sueño y causar insomnio. El desarrollo de manías que giran en torno al smartphone son otra consecuencia común: revisar los mensajes constantemente.
Tratamiento
El tratamiento debe darse con un psicólogo especializado en adicciones para atacar no solo los síntomas visibles de la nomofobia sino las causas de fondo, como la seguridad personal y los conflictos a la hora de relacionarse con los demás.