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La infancia es una de esas épocas con olor a tierra mojada y dulces que recordamos con anhelo y nostalgia. Hay tantas cosas que se quedaron allí y que no han regresado, quizás porque nos cuesta regresar a esos momentos. Por eso queremos rememorar a ese gran amigo que tuvimos -y no es el imaginario-: el walkie-talkie de juguete.
Cuántas guerras desatamos, cuántos ladrones desenmascaramos, cuántas cosas le contamos a nuestro hermano que estaba en el otro cuarto. Este aparato fue nuestro primer celular y, por supuesto, todos queríamos tener uno. Nuestra cara de sorpresa la primera vez que logramos hacer una transmisión fue épica.
Y cuando nos contábamos secretos con nuestros amigos y primos:
El walkie-talkie de juguete típico era vendido en las tiendas para niños como pan caliente, había de varios precios o colores. Sin duda, nada puede igualar la diversión de esos momentos de la infancia, ni siquiera los intentos de las nuevas apps. Por ejemplo: Zello Walkie-Tolkie, app para iOs que sirve como un comunicador en tiempo real… Pero, para eso ya están los celulares.
Es lamentable decir que esos tiempos quedaron atrás, pero ¿qué tal esta idea para recordar? Compremos unos walkie-talkie y apaguemos todas las formas de comunicación de nuestra casa, será como regresar a la infancia. Volvamos a ser niños como Jim y Kate en la foto: