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La nueva colección otoño-invierno 2015 de Chanel es un juego de azar. Entre fichas de póker, cartas y dados se lanzó la última de las creaciones de la casa de moda francesa. El escenario de este espectáculo fue una de las mayores atracciones de París, el Gran Palais (Gran Palacio), pero para esta ocasión fue convertido mágicamente en un casino.
Esta no es la primera vez que Chanel, con el modisto Karl Lagerfeld a la cabeza desde 1982, irrumpe en espacios pocos cotidianos y los convierte en pasarelas. El año pasado irrumpió en la Semana de la Moda en París con un desfile en un supermercado creado especialmente para que las modelos luzcan hermosas prendas. Pero, ¿por qué hace esto?
Unos dicen que estas acciones marcan la esencia de la marca creada a finales del siglo XX por la mítica Coco Chanel. Con frases como «La simplicidad es la clave de la verdadera elegancia», Coco Chanel quiso incorporar la moda a la vida cotidiana. Y no hay nada más cotidiano que un supermercado.
La moda va al casino
El centro de la pasarela fue ambientado como un gran casino con, por supuesto, celebridades: Julianne Moore, Kristen Stewart, Rita Ora, Lara Stone, entre otros famosos.
El casino contó con más de 30 máquinas tragamonedas, así como dos mesas de blackjack y de ruleta encima de una alfombra hecha a la orden de Chanel, con espadas y palos, tratando de llevar un mensaje por debajo. Karl dijo a una revista internacional que «con el fin de ser irremplazable, uno siempre debe ser diferente». Por eso entendemos cómo ha sabido mantener a la marca en la cúspide de la pirámide de la moda durante tres décadas ofreciendo un show en cada desfile.
Todas las modelos que caminaron por la pasarela del casino lucieron pelucas de corte bob en color negro, labios rojos, mejillas ruborizadas y cejas bien pobladas. Lo interesante del performance es que mientras las modelos desfilaban, las celebridades jugaban póker como si realmente estuvieran en el casino.
Binx Walton y Sasha Pivovarova junto con las demás modelos llevaban un surtido actualizado de la nueva línea de Chanel. Se vieron vestidos de encaje con cuello blanco, otros ideales para la noche, muy elaborados y con plumas. El show terminó con una novia Couture: Kendall Jenner, quien hizo un viaje alrededor de la habitación con un traje blanco con un velo de tul largo. Lagerfeld esperó a la modelo en las gradas para culminar la pasarela.