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El niño y la bestia, la última película de Mamoru Hosoda, se exhibirá en Latinoamérica y esta es una aventura que no te debes perder. Se parece mucho a las cintas de fantasía que estamos acostumbrados a ver. Tienes a un guerrero, una gran batalla pendiente y una larga búsqueda. Al mismo tiempo, no es el típico film dónde el héroe, más grande que nadie, consigue todo lo que quiere.
El niño y la bestia, una película para crecer sin miedos
El niño y la bestia cuenta el viaje de dos héroes hacía la adultez. Ren o Kyûta es un niño que huye de su casa y tendrá que aprender a vivir en el mundo de las bestias. Ahí tendrá que pasar de ser un niño a un joven adulto. En el caso de Kumatetsu, se trata de volverse realmente adulto: ser responsable de sí mismo, de sus acciones y su nuevo aprendiz.
1. Lo más divertido serán el montón de gritos
Kyûta y Kumatetsu son una pareja dispareja. Pasan gritándose una cosa u otra. Se pelean todo el tiempo, pero al final del día son como una familia. Si en tu casa han tenido esas batallas ‘épicas’, entenderás de qué va esta relación.
2. Esta es una película animada para un público amplio (niños de 7 en adelante)
El director y animador japonés Mamoru Hosoda intenta que El niño y la bestia sea una película para un público amplio, por lo que verás escenas divertidas, conmovedoras y dramáticas. El camino hacia la madurez emocional y la redención espiritual no puede contarse solamente con fragmentos de felicidad. Por eso, muchos cines recomiendan que los niños menores a 7 años no asistan a estas funciones o vayan acompañados de sus padres.
3. Paralelísmos literarios
La lucha interna de Kyûta se verá expuesta mediante el uso de una obra literaria. Moby Dick, el famoso libro donde un hombre lucha contra una ballena, servirá para exponer de manera simbólica la magnitud de sus conflictos. Un plus para el espectador es que al final de la cinta sabrás todos los pequeños datos que necesitas conocer de ese libro.
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4. Una historia muy realista con un envoltorio de fantasía
El folklor japonés se ve reflejado en el mundo de las bestias y es el telón de fondo que te muestra cómo se sienten los personajes. Así podremos ver que la frustración, el desarraigo y la constancia toman forma dentro de la cinta. ¡No solo eso! También habrán grandes batallas y obviamente, será un espectáculo visual como el que solo pueden darte las películas animadas japonesas.
5. El poder de la amistad tiene un gran papel aquí
El mundo de las bestias, que se rige por sus propias reglas, y existe de forma paralela al de los humanos, no está exento de formas de amistad. Los protagonistas entablarán una entrañable relación que los llevará a aprender el uno del otro. Humildad, responsabilidad y deseos de superación envolverán a los amigos que, aunque se nieguen a aceptarlo, se estiman y necesitan mutuamente.
¿Coincides con nosotros? ¿Qué otras razones te llevarían a ver El niño y la bestia
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