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Han pasado algunas semanas desde que World of Warcraft, la película del popular videojuego, llegó a las salas de cine en Latinoamérica. Las críticas de los entendidos y fanáticos no se hicieron esperar. Muchos consideraron que esta era una «cinta sin público» basándose en la caída de la cantidad de jugadores de WoW en los últimos años -a pesar de seguir teniendo el récord Guiness de mayor registro de usuarios para un juego de rol en multi-jugador-; o en que los potenciales espectadores están en el rango de mayor riesgo de piratería y visionado online. Sin embargo, hay razones para verla y te queremos contar sin spoilers por qué deberías ver este film.
World of Warcraft, la nueva película de videojuegos
Con la sexta expansión del juego llegando a todos los gamers del mundo este agosto, no es de extrañar que quieras visitar los inicios del mismo con World of Warcraft: el origen puesto que su trama sigue la línea de Warcraft Humanos vs Orcos que salió en 1994. Más allá de la nostalgia por un videojuego de los 90’s, debes ver esta película por…
1) El diverso y fantástico reino de Azeroth hecho con excelentes efectos especiales
Sí, en esta película hay cantidades industriales de CGI o efectos especiales digitales. Esto, que a otras películas les quita realismo y suele convertirse en un problema, aquí funciona de maravilla.
Los orcos están hechos en su totalidad por computadora, pero los gráficos son MUY buenos. Puedes ver las emociones en los rostros de los personajes como Blackhand (Clancy Brown) y Durotan (Toby Kebbell.)
Todo, desde los orcos, las armaduras humanas hasta el reino de Azeroth está hecho o retocado digitalmente lo que hace que la cinta sea un festival de colores, seres fantásticos, haya sitios oscuros y aterradores y que todo parezca más grande que cualquier otra cosa en nuestra realidad cotidiana.
2) Personajes complejos y bien trabajados
Durotan, un orco al que conocerás en los primeros minutos de la película, está particularmente dotado de valentía y heroísmo. Querrás saber cada vez más de él. Otros personajes, como Anduin Lothar (Travis Fimmel) resultan divertidos, pero no por ello menos complejos. Gul’dan (Daniel Wu) es oscuro y profundo. Medivh (Ben Foster) te causará intriga desde el primer momento en que lo ves y con Garona (Paula Patton) nada es lo que parece.
¿Lo malo de los personajes? ¡Qué no todos tienen el mismo tiempo en pantalla y con algunos quedas deseando más! La historia avanza a un ritmo tan vertiginoso que te deja debiendo algunas pausas necesarias en uno u otro personaje. Esto se dio porque la película tenía que cortar casi una hora de material para su presentación en salas. ¿Cuando salga el DVD la pondrán completa?
3) Cantidades industriales de acción
Hay batallas entre los orcos; entre los orcos y los humanos; entre los humanos y… bueno, el punto es que hay batallas para pasarla pegado al asiento. Casi todas las escenas de acción en Warcraft están muy bien hechas. Una tal vez es muy apurada, pero al igual que en World of Warcraft los combates se viven al máximo.
4) No poder predecir lo que va a pasar
Puedes acertar uno que otro giro de la cinta, pero no todos. Las traiciones, muertes y romances no pueden ser fácilmente adivinados. ¡Los resultados de las batallas tampoco! Y eso puede dejarte en jaque. El director Duncan Jones supo manejar esto bastante bien.
Al final del día no es un film que te vaya a fascinar, pero resulta una buena introducción hacia este universo y se disfruta. No, no será ganadora al Óscar, ni mucho menos; mas sí es entretenida y diferente. Se aleja de los grandes fracasos en «traducción» de juego a película, como Avatar: El Último Maestro del Aire, por un gran trecho.