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Si tuvieses que escoger una canción que te represente, vendrían a tu cabeza al menos diez tonadas. Pues imagina una que represente a la música pop y rock, decisión dificilísima, pero allí está Like a Rolling Stone para afrontar esa responsabilidad y muchos músicos parecen estar conformes. No en vano, la revista Rolling Stone hace años decidió que es la mejor canción de todos los tiempos.
16 de junio de 1965 es la fecha de su lanzamiento. Más de 50 años de influencia, en una época en que Bob Dylan empezaba a ser insultado en sus conciertos por sus propios fans porque decidió que la guitarra acústica de trovador ya no le era suficiente y añadió electricidad a sus sonidos. Hubo incluso fans a los que les pagaban solo para que empiecen a marcharse una vez que sonaban las guitarras eléctricas. Pero la decisión estaba tomada, a Bob le gustaba mucho lo que habían traido The Beatles y Rollings Stone a Estados Unidos (EE.UU.), quería ser parte de esto.
Por eso cuando en su canción Like a Rolling Stone suena una baqueta sobre la caja, inmediatamente el pedal hace temblar el bombo, se siente la apertura decidida hacia una nueva era. Sigue el intro musical a puro órgano y guitarra que te traslada a un tiempo que podría ser mañana, porque empieza a contarte la canción como si fuese de aquellas historias inmemoriables que dicen: «Había una vez…» (Once upon a time…). Entonces ya formas parte del influyente álbum Highway 61 Revisited de 1965 y toda la música que vino en adelante tiene una nueva razón de ser, porque el poeta Dylan ha arribado al rock.
Qué nos quiere decir Like a Rolling Stone
«Tenía diez páginas. No tenía título, [consistía en] unas rimas en un papel, todo sobre mi odio estaba dirigido hacia algún punto que era honesto. Al final, no era odio, era decirle a alguien algo que no sabía, decirle que tenía suerte. Venganza, esa es una palabra mejor. Nunca había pensado en esto como una canción, hasta que un día estaba en el piano con el papel y cantando How does it feel? («¿Cómo se siente?») a cámara lenta, extremadamente lenta». – Bob Dylan.
Inmerso en la canción es difícil no sentir esa urgencia de Dylan. Los cambios ocurrían en el país y ya los había cantado en The Times They Are A-Changin’, por eso se lo mencionaba como un profeta del folk. La canción no parece tener pausa: ¿Cómo se siente…? ¿cómo se siente? La música pop tiene así una consolidación de nuevas temáticas. Ya no es solo cuestión de cantarle al amor, ni a la nostalgia. El mundo es más complicado que eso, vas a rodar cuesta abajo en algún momento y deberás tener las agallas para ver la realidad que te rodea. La psicodelia también está llegando, las sensaciones confusas, la decisión de tomar una identidad que puede contrariar a quienes te quieren, porque ha llegado el tiempo de ser honestos y formar un escudo con ello.
When you got nothing, you got nothing to lose
You’re invisible now, you got no secrets to conceal
(Cuando tú no tienes nada, no hay nada que perder. Eres invisible ahora, no tienes secretos que ocultar)
[easy-tweet tweet=»La música pop cambia: Ya no es solo cuestión de cantarle al amor, ni a la nostalgia.»]
La canción de Dylan dura 6 minutos. En la época radial eso era sinónimo de ser inaceptable para la transmisión, pues los sencillos duraban a lo mucho 3 minutos. ¿De qué trata? Porque ya vimos que el coro se defiende por sí solo y puede hacer sentir muchas cosas, pero también vemos a un Dylan ávido de revancha, de ruptura. La historia principal se desarrolla como una especie de burla hacia una dama que lo tuvo todo, ha caído en desgracia y le toca alternar junto a otros desposeídos. Pero Bob la canta con una mezcla de compasión y gozo, como diciendo «ahora vas a ver lo que es bueno».
And nobody has ever taught you how to live on the street
And now you find out you’re gonna have to get used to it
(Nadie te ha enseñado a vivir en la calle y ahora te enteras que vas a tener que acostumbrarte a esto.)
A quién refiere la canción
Es inevitable no relacionar a The Rolling Stones con la canción, pues la banda británica habían entrado con todo en EE.UU. en 1964, luego de que los Beatles habían abierto camino; con la diferencia de que Los Rollings era vistos como chicos malos. Por un tiempo Bob Dylan solía compartir mucho con el experimental y proclive a excesos, Brian Jones, que -de paso- fue fundador de los Rolling Stones. Tal era su amistad que se dice que a la muerte de Brian en 1969, Bob pagó la caja mortuoria. A todo esto, Rolling Stone, la canción de Muddy Waters 1948, también tiene que ver mucho con los británicos.
Sin embargo, cuando Bob Dylan grabó Like a Rolling Stone, no sabía qué quería; aunque sí sabía qué no quería (por ejemplo, no ser una canción típica de blues que cantaría BB King). Se grabó en dos días con el pianista Paul Griffin, el bajista Joseph Macho, el baterista Bobby Gregg y el guitarrista Mike Bloomfield; pero un músico de 21 años, Al Kooper se coló a la sesión, tocando el órgano, el cual no dominaba. El productor Tom Wilson luego trató de ocultar el sonido, pero a Bob le gustó y, quién diría, terminó siendo uno de los sonidos característicos de la revolucionaria canción.
Curiosamente habla sobre despojo, pero terminaría convirtiéndose en la canción más cara de la historia. Su manuscrito original costó 2 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s New York.
«De la forma en que Elvis libera tu cuerpo, Dylan libera tu mente y nos demostró que: porque la música es física, eso no quiere decir que sea antiintelectual».
– Bruce Springteen.