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Puede que en alguna ocasión hayas oído una canción de Nina Simoné, Billy Holiday, Miles Davis o Thelonious Monk y te haya dado curiosidad por escuchar más de este grandioso género musical, el jazz.
Para introducirte en este mundo y sepas reconocer una pieza de calidad, debes tener en cuenta las siguientes características.
Guía rápida para entender jazz
1. Su origen
Según críticos y estudiosos, el jazz se originó en los Estados Unidos mediante la confrontación de la música tradicional africana con la europea.
“La instrumentación, melodía y armonía del jazz se derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo, el fraseo y los elementos de armonía de blues, se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos”.
Ahora que ya saben el origen, revisemos los elementos básicos que distinguen el jazz: el swing, la improvisación y los fraseos.
2. Su cualidad rítmica especial conocida como swing
El swing es un estilo desarrollado durante las décadas de los 20 y 30 en Estados Unidos. Sin embargo también se entiende al swing como una interpretación del ritmo, que sólo se surge durante la improvisación de los músicos. Es “instintivo», suelto, libre, fluido. Nos permite sentir un bamboleo.
3. La improvisación: elemento esencial en este género
El objetivo principal para los músicos es lograr un sonido que pueda impactar las emociones de quien lo escucha, sin pensar mucho en el lenguaje técnico. La improvisación supone flexibilizar la melodía establecida e imponer siempre una interpretación propia. Ahí es donde nos damos cuenta de la calidad del músico.
4. Sonidos y fraseos que reflejan la personalidad de los músicos ejecutantes
El fraseo es la técnica de puntuar y graduar una frase musical. Por lo general el fraseo aparece en los solos, que son el espacio donde más se explaya el músico de jazz. Ese momento le permite hacer lo que quiera.
5. Instrumentos más utilizados
Estos pueden agruparse en dos clases: los rítmicos, que son la batería y el contrabajo, y los melódicos como el piano, trompeta, saxofón y bajo. Más tarde se añadió la guitarra.
6. Un standard de jazz
Cuando escuches este término, se están refiriendo a una canción clásica que suele ser interpretada y conocida por cientos de músicos “es un estándar de jazz”. Hasta puede incluir canciones que no fueron originalmente compuestas como canciones de jazz, sino como partes de musicales (por ejemplo «But not for me» y otras composiciones de Gershwin).
También están las que sí fueron compuestas para grupos de jazz y con el tiempo se volvieron clásicos: So What, de Miles Davis o Misty de Errol Garner.
7. Variedad de estilos
Los hay desde el estilo clásico Dixieland, el swing, el be-bop, el cool jazz, el free jazz, el funk jazz, hasta el jazz electrónico. Lo cierto es que los unen pilares básicos que son la improvisación y el aprovechamiento de lo que sucede en el momento, arriba del escenario.
8. Asiste a una “Jam Session”
Los músicos de jazz suelen tener reuniones espontáneas donde improvisan libremente o sobre temas estándar. Aquí podrás sumergirte y relacionarte aún más con el género.