Compartir
A los cinco años de edad, Lizzy Myers ve el mundo como una maravilla, por lo menos eso creen sus padres. Ellos han creado una «lista visual» para que la pequeña Lizzy pueda ver la mayor cantidad de cosas. Esto se debe a que ellos saben que pronto una enfermedad incurable la dejará inevitablemente ciega. Los Myers desean que su hija disfrute de la experiencia de ver el mundo tanto como le sea posible.
«Ella lo hace solo por la diversión del momento», dijo su madre, Christine. «Me imagino que la estamos consintiendo un poco», añadió su padre Steve.
Todo empezó con un diagnóstico
Cuando Lizzy tenía tres años, unas pruebas médicas mostraron que necesitaba un audífono para oír y se le diagnosticó una enfermedad que causó una preocupación más profunda en sus padres: un trastorno genético llamado Síndrome de Usher tipo II.
«El tejido de su retina comenzará a degradarse durante la adolescencia», dijo Steve Myers a CBS News. «Ella va a empezar a perder su visión nocturna, después perderá su visión periférica y eventualmente solo tendrá una visión de túnel».
Se calcula que 1 de cada 17.000 personas tienen un tipo de Síndrome de Usher, para el que no hay cura conocida. Este síndrome altera la forma de vida, pero no atenta contra ella (no es mortal).
Lizzy no sabe que con el tiempo va a quedarse ciega, pero ella es inteligente e intuitiva, y sus padres saben que tendrán que decírselo pronto.
«Es devastador que algo le este sucediendo a tu hija y que no haya nada que puedas hacer al respecto», dijo Christine Myers. «Empiezas a pensar lo peor, en tener hijos ¿será ella capaz de ver la cara de su hijo y ver sus ojos?».
Conscientes de que Lizzy tendría un tiempo para poder ver el mundo y lo que le rodea, los Myers se pusieron la misión de crear una lista de cosas para permitir que su hija vea el mundo ahora, mientras todavía puede. Lo llamaron el «Lizzy’s Visual Bucket List» (La Lista Visual de Lizzy).
Mirar las estrellas y la luna a través de un telescopio, fogatas e ir a a atrapar luciérnagas son algunas de las actividades de la lista de la pequeña. «No está escrito en alguna parte y va cambiando continuamente. Cada día pensamos en algo nuevo», dijo su madre Christine.
«Una día, incluso despertamos a Lizzy para que pudiera ver un arco iris. E incluso cuando terminamos de verlo, Lizzy entró y se sentó junto a la ventana y lo observó hasta que desapareció», dijo su padre.
La pareja quiere mostrarle a Lizzy Myers todo, desde los placeres simples -como las flores en un campo, un viaje a una granja para alimentar a los animales o la vista desde una colina- hasta los grandes, como llevarla en un crucero para ver delfines y conocer Roma.
«Y esperamos seguir haciendo eso tan a menudo como sea posible, para que esos recuerdos se graben en su mente», dijo Steve. «Sus recuerdos visuales».