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En la actualidad es uso del celular es un factor importante para el diario vivir de las personas, y es que este aparato se convirtió no solo en un medio de comunicación, sino en una herramienta de trabajo que nos facilite la vida.
Sin embargo, ¿estamos consciente de los peligros que ocasionan el uso de los celulares?, ciertamente no se nos ha pasado por la cabeza pensar en ello, pero si lo analizamos encontraremos que sí existen peligros ocultos al usar un teléfono.
Y es que después de un largo debate y varios estudios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2010, colocó a los teléfonos móviles en la misma categoría de riesgos cancerígenos que el plomo, el escape de motor y los cloroformos.
Las pruebas encontradas por un equipo de científicos de 14 países, sobre la seguridad de los teléfonos celulares, revela que las evidencias son suficiente para clasificar a la radiación electromagnética como “posible cancerígena para los humanos”.
Entendemos entonces que no se han realizados suficientes estudios a largo plazo para llegar a una conclusión definitiva sobre sí la radiación emitida por los portátil es segura, no obstante existen suficientes evidencia científica que muestran una posible conexión.
Pero, ¿qué es la radiación electromagnética?
La radiación electromagnética se determina por su frecuencia y existen dos tipos: la ionizante, la cual es de alta frecuencia, por ejemplo los rayos X, el radón y los rayos cósmicos; y la no ionizante, de baja frecuencia en extremo, la que podemos hallar en los microondas, radares, teléfonos móviles y otras fuentes.
Pero es esta última la que provoca recalentamiento celular, es decir que las ondas de radio son absorbidos por los tejidos, lo que lleva a interferir en los organismos de la personas, tanto a nivel orgánico como celular.
“Lo que la radiación de microondas hace, en los términos más simples, es similar a lo que sucede a los alimentos en el microondas, esencialmente cocina el cerebro. Así que, además de provocar el desarrollo de cáncer y tumores, podría haber toda una serie de otros efectos sobre la función cognitiva de la memoria, ya que los lóbulos temporales de memoria están donde sujetamos nuestros teléfonos celulares”, explica Keith Black, presidente de Neurología en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles.
Creo que es una buena idea dar al público una especie de advertencia de que la exposición prolongada a la radiación del teléfono celular podría causar cáncer.
– Henry Lai, profesor de investigación en bioingeniería de la Universidad de Washington, .
Ciertamente los resultados de la OMS, sobre el estudio internacional, mostraron que se duplicaba la tasa de glioma cerebral, esto vendría a ser un tipo de tumor. Los participantes en este estudio fueron analizados por más de 10 años, sin embargo aún no conocemos las consecuencias del uso de teléfonos celulares en los niños, ya que hasta la fecha no se han realizados investigaciones sobre ellos.
“El cráneo y el cuero cabelludo de los niños es más delgado. Así que la radiación puede penetrar más profundamente en el cerebro de los niños y adultos jóvenes. Sus células se dividen a un ritmo más rápido, por lo que el impacto de la radiación puede ser mucho mayor”, afirma Black.
Más advertencias a los consumidores
En Europa por ejemplo vemos como La Agencia del Medio Ambiente ha presionado por más estudios, manifestando que los teléfonos celulares podrían ser un riesgo tan grande para la salud pública como lo es: el tabaco, el asbesto y la gasolina con plomo.
Cabe señalar que los fabricantes de aparatos móviles han trabajado para remediar este impacto en sus consumidores, advirtiéndolos para que mantengan sus equipos lejos de su cuerpo.
Y así lo podemos ver en el manual de seguridad de iPhone de Apple, donde indica a los usuarios no exceder las recomendaciones de la FCC de exposición a la radiación: “Cuando esté usando el iPhone cerca de su cuerpo para llamadas de voz o para la transmisión de datos inalámbricos a través de una red celular, mantenga el iPhone a un mínimo de 15 milímetros (8.5 pulgadas) lejos del cuerpo”.
Una recomendación nada fácil de seguir, pero muy realista, hoy en día es común ver a los niños jugar con un celular y no con la pelota. Qué pasará con este niño después de 10 años, si tenemos que el mayor problema de la mayoría de los factores ambientales requiere varias décadas de exposición antes de establecer las consecuencias.