Siempre quisiste hallar una manera que te garantice ser más inteligente y además feliz, pues tenemos buenas noticias: el psicólogo Juan Manuel Opi ha trabajado una fórmula de la inteligencia que además permite lograr más felicidad en la vida. Suena extraño, pero el experto se basa en que la inteligencia es una “una serie de habilidades” factibles de ordenar y aplicar, mejor si es de forma racional.

Opi ha escrito el libro “Inteligencia Inteligente”, donde explica que prefiere ir más allá de la inteligencia emocional, pues esta “aunque es una fantástica aportación, es muy inestable y primitiva a la hora de tomar decisiones y falta la inteligencia racional”.

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad del ser humano de reconocer las emociones de los demás, conocer y manejar las emociones propias, y motivarse a uno mismo.

Psicólogo Daniel Goleman.

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A lo que vinimos, deme la fórmula de la inteligencia

Según Opi, “la inteligencia inteligente nos orienta a la consecución de un mayor grado de felicidad en cualquier entorno en el que nos movamos, tanto en el personal como en el profesional”, por eso considera que asociar  la inteligencia emocional con la racional es justo y necesario. Eso podría parecer lógico, pero lo novedoso de la fórmula está en la incorporación de dos elementos en el divisor: el guion de vida y el entorno social. Estos elementos pueden tanto sumar como restar en tu vida, según lo permitas.

Cómo está eso del guion de vida, te preguntarás… pues esta es una herramienta para definir la información grabada en el cerebro de la persona desde la más tierna infancia. No te preocupes si tanto si tu guion o tu entorno social (o sea el ambiente del cual te rodeas) te resultan algo deprimentes, pues Opi señala que “a veces hay aspectos que no podemos dominar, pero si eres capaz de potenciarlos tienes muchísimas más posibilidades de ser feliz”. Nadie dijo que esto iba a ser tan sencillo.

La edad no consta en la fórmula, porque aunque cada edad trae consigo distintas condiciones, no es impedimento para realizar ajustes que nos hagan felices.

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Entonces, según la fórmula, una persona con alta inteligencia inteligente sería aquella que supiera manejar los elementos de la fórmula o adaptarse en caso de no poder influir en ellos. Y pone como ejemplo a Bill Gates, de quien señala que “en su tiempo fue una persona ambiciosa y un triunfador pasando por encima de muchos cadáveres, pero un día dejó todos sus cargos en el trastero, creó una fundación con su esposa Melinda y se dedicó a las obras de caridad”. Así, la fórmula puede aplicarse a Bill Gates porque “hizo un cambio emocionalmente, supo manejar la situación, por eso su inteligencia racional es alta, y ha buscado otros entornos para desenvolverse”.

Claro, pero Bill Gates es billonario, así cualquiera, podrás decir. Sin embargo el meollo de la fórmula de la inteligencia inteligente es tomar todas aquellas condiciones que te oprimen y enfocarse en los aspectos que sí te han funcionado y con los que te sientes a gusto. Implica -eso sí- mucha valentía para soltar aquellas cosas que te vienen lastimando o deteniendo y que por algún apego emocional las sigues soportando. Asimismo, al quedar vacíos, tocará llenarlos con actividades que tengan un valor para ti, y que te permitan cambios de actitudes autodestructivas y también generar tiempo para lograr más preparación intelectual aplicada de manera práctica a tus metas.

Es decir, los triunfadores se marcan objetivos en la vida y van por ello, y vivir haciéndose preguntas, pues como decían los griegos antiguos, quien se hace preguntas aprende, se conoce y va creciendo. Así que la fórmula de la inteligencia implica realizarse muchas preguntas de autoexploración de lo que eres, dónde estás y hacia dónde vas.

Antes de que creas que es más fácil tomar una pastilla para la inteligencia, pues tocará informarse y luego hablamos. La ciencia y tecnología actuales nos proveen muchas posibilidades y conviene estar atentos.

Fuente: EFE