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El Viaje
(Bocas del Tiempo, Eduardo Galeano)
Oriol Valls, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.
Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.
Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje.
La oxiticina, el contacto y aprender a abrazar
Entre manotazo y manotazo están nuestros brazos queriendo alcanzar algo: al otro y a la libertad. ¿Por qué los abrazos nos entregan ambas cosas? Te lo explicaré a continuación.
Tengo la firme creencia de que los abrazos son de las cosas más lindas de la vida. Cuando son dados con sinceridad llegan a ser apasionantes, energizantes, consoladores. No lo digo solo yo, como abrazadora semiprofesional (es que me gustan mucho), sino que lo dice la ciencia:
Una investigación de la Universidad de Duke (Estados Unidos) afirma que una persona necesita recibir abrazos y caricias desde que nace y en los primeros años de su vida para evitar que sus neuronas mueran por la ausencia de contacto físico.
María Teresa Geithner, psicóloga de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia), indicó a ABC del Bebé, que:
“El abrazo es el primer contacto físico entre seres humanos y es bueno darlo a la hora de dar de comer al bebé, por la posición que se toma y la conexión que se establece entre la madre y el hijo. Así se le transmite seguridad, estabilidad y protección”.
Incluso, la psicoterapeuta familiar Virginia Satir afirmó que se necesitan 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 como mantenimiento y 12 para el crecimiento personal. No sé si sea una fórmula científica, tal vez simplemente sea una metáfora que nos impulse a abrazar más, a estar en contacto con otros y con uno mismo.
«Creo que el mejor regalo que puedo recibir de alguien es que me vea, que me escuche, que me entienda y que me toque. El mejor regalo que puedo dar es ver, escuchar, entender y tocar a otra persona. Cuando se ha hecho esto, siento que se ha establecido contacto».
– Virgina Satir, En Contácto Íntimo.
Sin embargo, el contacto físico y una de sus variantes: los abrazos, no son solo necesarios en la infancia. La Universidad de Carolina del Norte indica que cuando conversamos con personas que nos quieren, cuando nos tocan o acarician y hasta cuando miramos a un bebé, se incrementan los niveles de oxitocina en la sangre, también conocida como: la hormona del amor.
«El gen ancestral de la oxitocina tiene más de 500 millones de años de antigüedad, está presente en todos los vertebrados y es fundamental para la supervivencia de los mamíferos y en especial los primates y por supuesto los que, como el ser humano, viven en grupos y necesitan al grupo para su supervivencia», explica Abc.es.
Es decir que desde tiempos inmemorables nuestros cuerpos (y mentes) han tenido la necesidad de conectarse. Es algo que ha estado desde antes de ser Homo sapiens y por ello no podemos evitar sentirnos identificados cuando vemos cosas como estas:
Beneficios de los abrazos
La oxitocina, producida por los abrazos y las caricias, es también un neurotransmisor que está ligado a la confianza, el altruismo, la generosidad, la formación de vínculos, los comportamientos de cuidado, la empatía, la compasión. Así, los beneficios de abrazar son los siguentes:
- Te hace más feliz, pues con los abrazos el cuerpo libera serotonina y dopamina, que producen placer y relajan los músculos del cuerpo.
- Controlan el rimo cardíaco y disminuyen la presión arterial; por eso son muy buenos cuando estamos alterados, nerviosos o con miedo.
- Disminuyen los niveles de dolor físico y emocional, por ello los bebés y niños usualmente se calman cuando están llorando y son abrazados.
- Si eres madre en etapa de lactancia, abrazar a tu bebé y tenerlo recostado a tu pecho hace que el cuerpo genere más leche.
- Incrementa la confianza y seguridad; así como el autoestima.
- Sirve para solucionar problemas, ya que reduce los sentimientos de enojo y apatía.
- Te da más salud, pues fortalece tu sistema inmune al aumentar la producción de glóbulos blancos.
- Te ayuda a mantenerte joven, pues estimula el nivel de oxígeno en la sangre.
Cómo dar un abrazo, paso a paso
Siempre llega ese momento perfecto para dar un abrazo. Puede ser un saludo, una despedida, una conexión, un mensaje. Incluso, cuando no estamos cerca del otro, siempre podemos entregarlos con un «¡Dale un abrazo de mi parte!».
Sé que hay quienes no gustan mucho de los abrazos, por ello aquí va una guía, para que los den de forma correcta.
1. Encuentra la postura correcta
Hay tantas formas de dar un abrazo, que muchas veces dependen de si estamos acostados, de pie o sentados. Debemos analizar rápidamente la postura en la que estamos y de qué manera debemos modificarla para que nuestros brazos alcancen a esa otra persona.
2. Abre el pecho
Para dar y recibir un abrazo, hay que abrir el pecho. Míralo como una forma de abrir el corazón. Además que te ayudará a poner tu espalda recta y de paso haces un poco de ejercicios con los brazos, ya que también tendrás que abrirlos.
3. Envuelve
Ahora cierra los brazos: envuelve. Esto suena acorralador, pero el acto de entregar tu mejor energía en un abrazo es liberador. Entrégalo todo, sin importar cuánto tiempo dure. Deja que tus mejores vibras se liberen en el abrazo. ¿Cómo se siente?
4. Acaricia (opcional)
Una caricia o palmada no está de más, pero muchas veces puede llegar a ser incómoda. Ten en cuenta a quién estás abrazando y si esos gestos son de su agrado.
5. Déjalo ir
El abrazo es también una forma de comunicación. Debes saber cuando ya está por terminada esa conversación y dejarla ir. ¿Dijiste todo lo que quisiste decir con ese abrazo? Ok, entonces ahora suéltalo.
6. Camina una milla extra
Una vez iba caminando por la calle y me encontré con un clown que estaba entregando abrazos gratis. Me explicó que la mejor manera de abrazar a alguien es con el corazón (literalmente). ¿Cómo se hace esto? A lo que abren los brazos, se inclinan un poco a la derecha para que sus corazones se unan al momento de abrazarse. ¡Inténtalo!
De nuevo, abrazar es de las cosas más lindas, ¿no? Los abrazos son vitales para los humanos y ç ayudan a satisfacer las necesidades de conexión con el otro y con uno mismo (que puede interpretarse como libertad, felicidad, bienestar). En el acto del abrazo, das y recibes, liberas y sostienes, abres y cierras. Es una conversación, un diálogo, una dicotomía.
En la actualidad la conexión se mide por la velocidad de internet y cúantos emojis terminan la oración escrita. Tal vez nos hemos olvidado de usar nuestros cuerpos para conversar, como lo hacen otros seres vertebrados y mamíferos. El abrazo puede ser la forma más animal de volvernos humanos.
https://twitter.com/SofiayEquipaje/status/723137876834263040