La vida y obra de Edgar Allan Poe, ¿mitos o realidades? El famoso escritor norteamericano tiene una de las biografías más emblemáticas y estudiadas de la literatura. No obstante, lo que mayoritariamente nos ha llegado es aquella imagen sombría de un tipo atormentado por sus visiones, por el amor perdido, apegado al alcohol y otras sustancias. En definitiva, alguien que vivió siempre al borde con el paisaje de Nueva Inglaterra y alrededores de mediados del siglo XIX.

Edgar Allan Poe, mitos para comprobar

La muerte de un escritor

Cada 7 de octubre, algún cuervo ha de batir sus alas más nerviosamente que otros días. Es el día en que Edgar Allan Poe falleció en Baltimore. Pero, ¿cómo murió finalmente? Hay quienes dicen que fue linchado por gamberros que vengaban la muerte de una mujer a quien Poe había roto el corazón (ya hablaremos de esto). Otros señalan que no hubo connotación romántica, simplemente bebió demasiado y se topó con maleantes que lo noquearon. En ese tiempo había elecciones y dicen que una práctica de la época era secuestrar y emborrachar mendigos para que voten por algún candidato, una y otra vez con distintas ropas. Se presume que demasiado alcohol lo llevó a morir de cirrosis. ¿Le pasaría aquello?

Una investigación de Centro Médico de la Universidad de Maryland afirma que Edgar Allan Poe murió por consecuencias de la rabia que habría contraido en días previos. Pero otras exhumaciones de su cuerpo también sospechan de tumores cerebrales, cólera, envenenamiento por mercurio y más. Un misterio propio de la Casa Usher.

El caso es que falleció en el hospital y el certificado de defunción de la época sólo menciona que fue debido a una hinchazón en el cerebro.

¿A quién amó el poeta? 

La primera respuesta que se nos viene a la mente es: ¡A Leonora! Su nombre asoma en el famoso poema El Cuervo (The Raven, en inglés). Este poema fue muy popular en su época y dicen que era un espectáculo escucharlo de la propia voz del escritor.

Dejándonos llevar por sus mitos y su escritura, parecería que amor más duradero de Poe es la mismísima muerte. Pero llevemos esta idea a un lado menos etéreo. Resulta que su mamá Elizabeth falleció cuando tenía tan solo dos años, ausencia que siempre le agobiaría y que trataría de llenar en sus distintas relaciones sentimentales. Su siguiente madre, a quién también amó, fue Fanny Allan, quien lo crío en un ambiente aristocrático -donde nunca se sintió muy cómodo-. Ella murió de tuberculosis. Pero la pasión adolescente llega con la madre de su amigo Rob. Su nombre fue Jane Stith Stanard, y el poema Helen es dedicado a ella, luego de que falleciese a los 31 años. El nombre Jane le parecía aburrido, así que elige el de Elena de Troya.

Te vi a punto.
Era una noche de julio,
noche tibia y perfumada,
noche diáfana…

(fragmento inicial de Helen)

Luego está Virginia. Este amor ahora sería un escándalo tremendo, incluso entonces tuvieron que falsificar su documento para poder casarse el 16 de mayo en 1836. Virginia tenia 13 años y Edgar 26. La llamaba Sissy o “My child-wife” (esposa-niña). Eran primos terceros. Hay quienes dicen que jamás consumaron su matrimonio. Ella contrajo tuberculosis en 1942 y murió finalmente en 1947. Esto repercutió mucho en la obra de Eddy (como ella lo llamaba).

El mundo literario también le trajo amores por correspondencia, como por ejemplo sus cartas con las poetizas Annie Richmond y Sarah Helena Withman

«El cangrejo Poe sólo abandona la valva de su orgullo frente a sus seres queridos. Ellos -Mrs. Clemm, Virginia, algunas otras mujeres, ¡siempre mujeres!- sabrán de sus lágrimas, de su terror, de su necesidad de refugiarse en ellas, de ser mimado».
– Julio Cortázar, escritor y traductor de Poe.

Luego está el amor de sus últimos años: Sara Elmira Royster Shelton. A ella la había conocido en la adolescencia y se reencontraron un año después de la muerte de Virginia. Llegan incluso a fijar fecha de matrimonio, pero llega la fatídica fecha de 1849 y la muerte finalmente se casa con Poe.

¿A qué tenía miedo el cuentista?

Podemos deducir que a la muerte: lo mismo que la atrae, le aterra. O quizá sus alucinaciones propias de la imagen de bebedor de la cual no ha logrado desapegarse. Pero más allá de los miedos que haya podido tener Edgar Allan Poe, son los mitos que crea los que hacen del horror una temática importante en la literatura. Introduce miedos urbanos y figuras de detectives que hoy resultan muy habituales.

Encerrar a un gato en una pared, crímenes demasiado violentos para ser creíbles en la Rue Morgue; robarle una carta a un político en su propia cara; envejecer traumáticamente en pocos segundos ante una audiencia desesperada; la agonía de saber que una gran cuchilla atravesará tus carnes en unos minutos; tener que sobrevivir de un naufragio y renunciar a la idea de la humanidad; enloquecer, enfermar… tantas ideas que de alguna u otra forma lograron perturbar a muchos lectores. Y todas fueron expuestas, muchas veces en el estilo periodístico que ejerció Poe y con las cuales se convirtió en un maestro de la tensión dramática en los cuentos.

« No se diga más, es obligatorio leer a Edgar Allan Poe »

¿Qué representa El Cuervo?

Fue publicado en 1845. Hace mención a la muerte de Leonora, la mujer amada (y que preveía sucedería lo mismo con Virginia, muy enferma). El poema agarra algo de la figura del cuervo parlante de la novela Barnaby Rudge de Charles Dickens; pero en el poema el cuervo se obstina en permanecer mudo, excepto por una sola expresión que lo dice todo. Poe además toma prestado el complejo ritmo y métrica del poema «Geraldine», de Elizabeth Barrett Browning. Con ese ritmo trepidante probablemente The Raven (El Cuervo, en español) inspiraría a muchísimos poetas norteamericanos. La poesía beat le debe mucho, así como el rap y el metal rock (intente leer en inglés el poema y lo comprenderá)

Básicamente es un encuentro aparentemente ameno entre un hombre que quiere olvidar y un animal curioso. Pero se transforma en un agonía cuando intuye que este animal sabe si en algún lugar podrá reencontrarse con su amada en el más allá… y dejará de sentirse solo.

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Edgar Allan Poe tiene mitos y realidades de las cuales será difícil escapar, pues son fascinantes.

Foto portada: David García Forés para iPoeCollection Facebook