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Ganar dinero implica esfuerzo, sentido de la oportunidad y decisión para ejecutar los planes. Sí, también algo de fortuna o causalidad, como prefieras. Pero mantener un estable flujo de dinero, sea mucho o poco, tiene otros procesos y actitudes que tomar al momento de administrarlos. Y aunque hay muchas herramientas y asesores, a veces son los pasos simples los que dejamos de efectuar.
Vamos a enlistar una serie de pasos, y algunos te parecerán obvios… pero igual no lo estás haciendo. Esperemos que eso cambie a partir de hoy, todo nuevo día sirve para empezar.
Abre una cuenta bancaria: Es útil para organizar finanzas y donde podrás acumular tus ahorros. Afróntalo, el chanchito, el cesto de ropa sucia o el colchón no te permite te permiten hacer transferencias u otras transacciones. Además que si pierdes la cuenta, no sabrás cuanto tiene. Y administrar el dinero tiene que ver con tener una real conciencia de cuánto se tiene y cuánto se desea tener.
Comienza a lograr ingresos extra paulatinamente: También parece obvio, pero el deseo de tener ingresos extra se parece al de querer ganarse la lotería, no basta desearlo, hay que comprar un número. En en caso de buscar dinero extra, hay que buscar, estar atento a oportunidades e insistir. O por lo menos compra lotería, pero actúa en consecuencia con tus deseos. Avísale a la gente que estás buscando trabajo, ten lista una hoja de vida o portafolio, según corresponda. Expón en tus redes sociales fotos sobre cosas que sepas hacer bien (no siempre necesitas ser explícito, a veces lo sutil llama más la atención. Evalúa qué te funciona mejor).
3. Crea un plan de ahorros: Ahorrar a secas es incompleto, lo importante es fijar una meta y fecha límite para alcanzar tu objetivo a cierto plazo. También fíjate metas a corto plazo, así sientes que lo estás logrando y te motivará a seguir. Cuando tus ahorros tienen un nombre (viajar a ese país soñado, comprarte una plataforma de videojuegos, salir con tu enamorado, pagar tu maestría, etc) la motivación y el compromiso es mayor y menos difícil de sobrellevar.
4. Organiza tus gastos: En la actualidad hay muchas apps que permiten llevar registro respecto a los gastos, ingresos, proyecciones y tareas por realizar. O manéjalo con alguna tabla de excel o en los clásicos libros de contabilidad o libretas, pero fíjate dónde estás poniendo tu dinero, qué te está dando retorno de inversión y donde estás gastando lo que no tienes. Busca y encontrarás una solución que se acomode a ti!
5. Usa tu manera en cosas que vayas a utilizar o momentos que te hagan feliz: Tú tienes el dinero, este no debe tenerte a ti. Sé todo lo ambicioso/a que que desees, el punto es que el dinero sea una herramienta para que puedas financiar aquellas cosas que te permiten momentos felices, independiente de su precio. Es decir, no te obsesiones con tus finanzas, lleva sus riendas y llévalas a buen destino. Pocas cosas tan feas de sentir como esa sensación de haber despilfarrado tu dinero (especialmente cuando te está faltando). Recuerda además que las compras impulsivas, muchas veces para sentirte mejor, producen un efecto de corta duración.
6. Busca información o asesoría: Si no es lo tuyo administrar, pues busca ayuda profesional. Probablemente te va a costar algún fee mensual o un pago por asesoría, pero la idea es que eso te ordene las finanzas y que aun con ese gasto periódico, tus finanzas sean estables o mejor aun, crecientes.
7. Ahorra en cosas cotidianas: Ahorrar no solo se trata de dinero, se trata de economizar recursos de tal modo que puedas acceder a ellos cuando necesites. Hablamos entonces de apagar luces cuando no las uses, dosificar mejor el agua, caminar o usar bicicleta en lugar de usar transporte en caso de que te dé el tiempo y las energías (el ejercicio constante en realidad te proveerá de las energías suficientes), de compartir el auto, prepararte tu propia comida al menos algunos días a la semana. Comprar al por mayor (para eso puedes juntar esfuerzos con algunos amigos); hacer que tus reuniones en casa valgan la pena no haber salido, etc.