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Si alguna vez imaginaste ser el alcalde de tu ciudad o el presidente de tu barrio, seguramente soñaste poner un parque aquí, un edificio allá y construiste en tu mente un lugar donde todos puedan vivir en paz. Bueno, ser urbanista es una carrera que puedes estudiar y que te ayudaría a construir ciudades perfectas que están en nuestras mentes.
Hace poco en Quito, Ecuador, se celebró la III Conferencia de Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible. En la cumbre mundial se brindó una agenda que privilegia la adecuación de ciudades y espacios urbanos, pensando en las personas como su motor y objetivo principal a satisfacer.
El arquitecto danés Jan Gehl es una de aquellas personas que quisieran miles de ciudades habitables. Por eso en su libro How to Study Public Life (Cómo estudiar la vida pública), escrito junto a Birgitte Svarre, reflexiona por qué es importante estudiar el comportamiento del humano en la ciudad.
Es que para Gehl, muchas veces se han hecho las cosas al revés, se ha partido de una planeación urbana sin medir lo que realmente hacen las personas en los espacios públicos.
“¿Cómo vas a saber dónde situar los distintos servicios en una plaza sin observar como el humano actúa en ella?”
– Jan Gehl.
Estudiar a la población, para Jan Gehl, debe ser metódico y neutral para conseguir información útil. Por ejemplo en la capital danesa Copenhagen, reconocida como una de las mejores ciudades donde vivir, se realiza una auditoría del uso que la gente hace del espacio público. De allí que el arquitecto en mención ha llegado a algunas puntos relevantes:
« Revisa por qué los parques debieran ser una política pública »
Factores que considera una ciudad que comprende a sus habitantes
1) Protección contra tráfico y accidentes.
2) Protección contra crimen y violencia (Vida en la calle, estructura social, identidad, iluminación durante la noche).
3) Protección contra estímulos desagradables (ruido, humo, malos olores, suciedad).
4) La opción de caminar (espacios adecuados para hacerlo, cambios de nivel bien diseñados).
5) La posibilidad de estar de pie (zonas de descanso, apoyos físicos para hacerlo).
6) Infraestructura para sentarse (bancos para descansar).
« Mira los problemas de tus ciudades favoritas que no están en la guía turística »
7) La posibilidad de observar (líneas de visión sin obstáculos, buena iluminación durante la noche).
8) La posibilidad de escuchar y hablar (ruido moderado, distancia entre los bancos).
9) Escenarios para jugar y relajarse (jugar, bailar, música, teatro, discursos improvisados, distintas edades y tipos de personas).
10) Servicios a pequeña escala (señales, mapas, papeleras, buzones).
11) Diseño para disfrutar de elementos climáticos (sol, calor, frío, ventilación, estética).
12) Diseño para generar experiencias positivas (cualidades estéticas, plantas, flores, animales).
Sería interesante medir en nuestras ciudades cuántos de estos parámetros obtienen buena calificación.
¿Qué hay con la tecnología y la conectividad?
Por el cine o la televisión asumimos que nuestras ciudades del siglo XXI debieran ser pronto como las que vimos en Los Supersónicos o Futurama. Sin embargo, pese a espectaculares cambios que sin duda hay en relación hace 20 años, las aerorutas para el tráfico cotidiano y bandas de transportación parecen aún utópicos.
« Te interesará saber que ciudades del futuro serán diferentes a lo que imaginamos »
De acuerdo a Gehl “la tecnología tiene un papel muy importante y lo tendrá más en el futuro. Pero la observación personal y humana sigue siendo importantísima”. De allí que aún haya tramos en los que se pasa el 52% de la ruta detenido por semáforos.
Para construir ciudades del futuro, el estratega geopolítico Parag Khanna,coincide en que tenemos que observar como en realidad usamos al mundo, donde hemos pasado de naciones y fronteras a infraestructuras y cadenas de suministros.
La conectividad, no la soberanía, se ha convertido en el principio rector de la especie humana.
– Parag Khanna
Es decir, pasar de la geografía política hacia una geografía funcional, pues hemos sobrevivido con la infraestructura pensada para una población global de 3 mil millones, mientras que nuestra población ha pasado de 7 mil millones y seguirá aumentando.
Las ciudades han sido parte del problema, pero Khann considera que son parte de la solución. Esto, si se adoptan medidas como crear edificios cero emisiones, privilegiar el uso de autos eléctricos compartidos, etc.
A veces parece que el mundo se desmorona, pero al crear mayor conectividad es como regresamos al genio a la lámpara, mucho mejor que antes, enfatiza Parag. No solo construimos conectividad, la habitamos y es nuestro destino.
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Peatonalización y perder el miedo a innovar
De acuerdo al arquitecto danés, la planificación urbana moderna no prestó atención a la interconexión ni al espacio entre edificios. Sino que se creó espacios segregados para el peatón y los coches, que en teoría debieran funcionar sincronizadamente. En la práctica colapsan y son dos mundos poco amistosos entre ellos, por lo general.
De allí que una de las miras de Gehl ha sido recuperar la ciudad para los peatones. Fue el artífice de la peatonalización en Times Square, es una de las piezas claves en el desarrollo ciclista de Copenhague y ha trabajado en proyectos en Melbourne, Londres, Chongqing, México DF y Sao Paulo.
Para el arquitecto Marc Kushner, los gobiernos, siempre tienen miedo a la innovación, por eso prefieren usar formas que saben que van a funcionar. Es decir, vivimos de éxitos arquitectónicos de épocas con necesidades distintas.
Sin embargo han sido los arquitectos quienes constantemente impulsan nuevas tecnologías y soluciones para las formas de vida actual, tanto que terminan alejándose de la que quiere la gente en ese momento. Estos profesionales ya saben cómo hacer edificios más ecológicos, más inteligentes y más amables, y estuvieron a la espera de que la gente finalmente desee aquellas características. Parece haber llegado aquel momento.
«No importa cómo construimos, lo que importa es qué construimos» – Marc Kushner.