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Diego, la tortuga gigante de 100 años, puede ser considerado un héroe ambiental. Él solo se las arregló para que su especie ya no sea considerada una «en peligro de extinción». ¿Cómo lo hizo? De la única forma que podía: apareándose. Así logró recuperar la población de sus congéneres en Española, una de las islas Galápagos.
Diego, una sola tortuga gigante salva a su especie
El archipiélago, ubicado en el océano Pacífico, forma parte de los territorios de Ecuador. Se lo reconoce por haber sido el sitio donde el naturalista inglés Charles Darwin, desarrolló su teoría de la evolución. En Española, una de sus islas, vive Diego junto a otras tortugas gigantes endémicas llamada Chelonoidis hoodensis.
La situación de las hoodensis era crítica hasta hace unos 50 años. Solo había 14 ejemplares: dos machos y una docena de hembras. Una campaña ambiental se creó para reunir a todos los ejemplares de esta rara tortuga y fue ahí cuando Diego apareció.
Diego vivía en el zoológico de San Diego, en Estados Unidos, pero no se conoce cómo llegó a ese lugar. Regresó a Galápagos en 1976, año en el que fue incluido en el programa de reproducción de especies, según informó Washington Tapia, especialista en conservación de tortugas del Parque Nacional Galápagos a la agencia AFP.
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De esta manera fue como Diego, la tortuga gigante, terminó viviendo en un centro de reproducción en la isla Santa Cruz, otra isla de las Galápagos. Con 80 kilos de peso, 90 centímetros de longitud y 1.5 metros de altura, Diego era un ejemplar común. Sin embargo, dentro del programa de reproducción se mostró como el «macho alfa» o «macho dominante» de los tres seleccionados para recuperar a su especie.
Unas 2.000 tortugas hoodensis nacieron de este criadero. Luego, todas fueron llevadas a Española, su hábitat natural. La activa participación de Diego y las seis hembras que viven con él habría pasado desapercibida, mas hace seis años un análisis genético cambió eso. Los exámenes mostraron que Diego era el padre del 40% de las crías engendradas en el centro. ¡Unas 800 tortugas son sus hijas!
Ahora la especie ya no está en peligro de extinción. Y aunque el número de hoodensis aún dista de los más de 5.000 que se cree vivían en Española, el aumento es una contribución importante.
Existen unas 15 especies de tortugas gigantes originarias de Galápagos. Tres de estas especies se extinguieron debido a que servían como alimento a los piratas en el siglo XVIII porque pueden sobrevivir un año sin alimentos ni bebida. Las demás especies están en peligro de extinción por lo que encontrar ejemplares como Diego es vital.
Foto principal: tomada de 24horas.cl
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