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Quienes usan lentes suelen tener muchas inquietudes sobre como cuidar sus anteojos, por ejemplo: ¿Cómo se cuidan los lentes? ¿Se deben proteger de la lluvia? ¿Estuche rígido blando? Hoy te las respondemos.
Cómo limpiar los lentes: Lo mejor para limpiar las gafas es agua y jabón. El agua debe ser fría porque el calor estropea las láminas anti-reflejo; y el jabón, neutro porque ciertas sustancias quitan el brillo al acetato.
Secar con el tejido apropiado: Usualmente quienes usan lentes las limpian o secan vigorosamente, pues cualquier rastro de suciedad es molesto. Para evitarlo, usa telas duras de algodón o lienzo, de textura de sábana antigua, que dejan poco o ningún vestigio de suciedad. La gamuza que regala el fabricante tiene partidarios y detractores; en cualquier caso, es buena porque no raya. Evita usar papel higiénico o las servilletas de papel, que pueden provocar raspones.
Quitar correctamente: Usa las dos manos para quitarlas, pues se mantendrán alineadas por más tiempo. Especialistas recomiendan a quienes usan lentes que los compren con flex, un muelle que hace que los lentes se ajusten y adapten a la forma de nuestra cara.
Una buena protección: El estuche de tus gafas no es sólo un accesorio bonito, sirve para protegerlas. Aunque las fundas rígidas ocupan más espacio, son las mejores para proteger tus lentes de accidentes.
¿Por qué tengo miopía? Dale clic a la imagen y averígualo. Foto: Pixabay.
Toma medidas de precaución: En la parte interior de las patas de tus lentes y en el estuche deja una marca con algún esmalte fosforescente para encontrarlas más fácilmente en la oscuridad.
Haz controles periódicos: Una vez al año revisa tus lentes. El personal óptico comprobará si necesitan un alineado, si hay que apretar los tornillos y el estado de los cristales. Solicita, además, una limpieza a fondo, con aparatos de alta frecuencia, que remueven toda la suciedad, incluso en el bisel de la gafa, donde uno no acostumbra a llegar.
Trucos de visión: Si no tienes a la mano tus lentes, pero requieres ver algo lejano de manera urgente, un truco es cerrar la mano formando un puño, abrirla un poco a modo de catalejo y mirar a través del agujero. Al formar ese pequeño hueco, la luz llega en una sola dirección y permite al cerebro formar una imagen nítida.
También debes saberlo: Aunque parecieran detalles sin importancia, hay momentos en que debes proteger tus lentes. Por ejemplo, al cocinar, pequeñas gotitas de humo grasiento se pueden pegar en los cristales, por lo que debes encender la campana extractora cuando cocines. Además, si estás en un sauna o algún espacio que emita calor, no uses tus lentes. Las altas temperaturas deforman las gafas, separando las varillas y expandiendo el frontal. Finalmente, en días lluviosos evita empeorar tu visión y antes de si quiera poner un pie fuera usa algo que proteja tu vista: sombrero, gorra o paraguas.
Esperamos que estos consejos hayan absuelto muchas dudas de quienes usan lentes.
FUENTE: EL PAÍS