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Siempre hemos escuchado que no hay que juzgar a los libros por sus portadas, pero hay algunas que están hechas para que las recuerdes toda la vida porque los ilustradores las trabajan mucho. Ellos buscan que sus portadas creativas se peguen en el cerebro y lo logran usando el ingenio. Te contamos queremos contar sobre siete de las más famosas portadas icónicas de la literatura:
1. La naranja mecánica de Anthony Burgess
Probablemente entre las portadas creativas destaque la del libro La naranja mecánica de Anthony Burgess. Al verla tal vez piensas que se basa en la película del mismo nombre de Stanley Kubrick de 1971 y tienes algo de razón. ¿Se te complican las cosas si te digo que el lanzamiento de los dos productos fue simultáneo? La idea del protagonista con su ojo enorme, su sombrero y demás sí sale de la película, pero la ilustración icónica original la realizó David Pelham, quien fue director de arte de la editorial Penguin Books en Reino Unido entre 1968 y 1979. El ilustrador ha explicado en varias entrevistas que decidió crear la ilustración porque ellos querían ligar el libro a la película y el departamento de producción del film se negó a darles un fotograma para el libro. Tanto la portada del 71 y la película convirtieron a este libro en el más conocido de Burgess.
2. El Padrino de Mario Puzo
Cuando nos hablan de El padrino (The Godfather) casi siempre se nos viene a la cabeza la imagen de esa mano de titiritero sobre las letras góticas del título. No muchos saben que el póster de la película de Ford Coppola toma la tipografía de la portada original del libro, y no al revés. Al genio al que le debes esa portada creativa, increíble y memorable es S. Neil Fujita, un estadounidense hijo de inmigrantes japoneses. Las letras cuyas lineas se alargan forman visualmente un revólver que da cuenta de lo que va la trama del libro
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3. El guadián entre el centeno de J. D. Salinger
De entre los libros de Salinger este de 1951 es el más famoso. La novela tiene méritos propios, pero el diseño de esta portada creativa y clásica también. El ilustrador E. Michael Mitchell creó un mito con esta presentación de libro. El autor era muy quisquilloso con los diseños que acompañaban su obra, prefería los que los dibujos fueran solo trazos y algo de color. En cuanto a los textos que podían ir en el libro, también tenía sus restricciones, nada de biografías, citas u otros parecidos… Solo permitía que tuvieran el título respectivo y su nombre. Una anécdota interesante sobre esta portada es que se supone que Salinger se negó a firmarle una copia del libro al ilustrador.
4. Farenheit 451 de Ray Bradbury
La portada creativa, clásica e icónica del famoso libro de Ray Bradbury fue la de su primera impresión. Los ilustradores encargados de su creación conjunta fueron Joseph Mugnaini y Joe Pernaciaro. En la imagen de la portada se observa una metáfora visual del contenido de la novela donde los bomberos de Montag deben provocar incendios que destruyan los libros porque leer obliga a pensar y al pensar se pierde la ingenuidad que te da esa sensación de felicidad falsa. El título de ésta alude a la temperatura en la que Bradbury creía se comienza a quemar el papel.
5. Miedo y asco en Las Vegas de Hunter S. Thompson
El artista Ralph Steadman no es ajeno a ilustrar clásicos de la literatura aparte de esta icónica portada también ilustró una versión de aniversario de Rebelión en la granja. En cuanto a la portada creativa de Miedo y asco en Las Vegas, el ilustrador quiso captar la esencia del viaje por Las Vegas que tienen los personajes principales de la novela donde estos consumen una gran cantidad de drogas, destruyen cosas y escandalizan a todo el mundo.
6. El Hobbit de J.R.R. Tolkien
La portada creativa de este clásico de la épica fantástica de J.R.R. Tolkien fue hecha por su propio autor para la primera edición de ésta en 1937. Al momento de escribir esta novela Tolkien ya era un hábil artista amateur. Él realizó varias ilustraciones para acompañar su obra que en su primera edición incluía diez ilustraciones, dos mapas y una cubierta y sobrecubierta diseñadas por él mismo.
7. Un mundo feliz de Aldous Huxley
En la portada original de este libro de 1932, Leslie Holland, logra recrear la extrañeza de ese mundo perfecto en el que nada malo pasa nunca y que, por esa misma razón, es que algo fundamentalmente malo ocurre: ese sitio donde tienes que pedir que poder enfermarte, por ejemplo. «¿Está apelando a su derecho de ser infeliz?». El diseño de Holland logra poner nervioso a cualquiera que lo mire mucho tiempo, ese contraste poco natural entre luces y sombras tiene un efecto aterrador.
Esperamos que te hayan gustado estas portadas creativas e icónicas. Si quieres conocer más de este tema no dudes en pedirlo en la sección de comentarios. Estaremos atentos para traerte más historias sobre las portadas de tus libros favoritos.