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Cuando los bebés crecen y se convierten en niños suelen manifestar su frustración o enojo con rabietas infantiles. Todo forma parte de su experimentación con el ambiente que los rodea, pero también con la creación de la identidad. Las pataletas suelen ser un medio para reafirmar su «yo» porque se están negando a hacer algo. Así, los berrinches forman parte de un proceso natural aunque eso no quita que te desagraden las escenas donde se tira al piso a llorar en medio del supermercado, el parque u otro sitio. Si las rabietas infantiles de tu hijo son frecuentes, largas, intensas, e interrumpen la dinámica familiar te ayudaremos. Con estos cuatro consejos podrás tener un mejor manejo de la situación:
1. Lleva un registro: Tener por escrito cómo se dieron las rabietas infantiles te permite analizar mejor lo que pasa antes y después de cada pataleta.
2. Prevenlas: Aunque no exista una fórmula mágica para anticipar una rabieta, te ayudará que al pedirle algo al niño algo lo hagas teniendo contacto visual, ser concreto y darle como máximo dos instrucciones y evitar dar opciones. Por ejemplo: No le digas «¿Te quieres bañar?», sino «Tienes que bañarte», con tono firme, pero sin enfadarte o ponerte nervioso (porque le das motivos para hacer una pataleta o te desautorizas solo). Aquí también se enlaza con el punto anterior, si sabes que el niño llora cuando no le compras juguetes en el supermercado, debes anunciarle que van a ir para comprar comida y que no llevarán ningún juguete a casa.
3. Sean coherentes: Si tu pareja consiente o cede ante las rabietas infantiles de tu hijo, el niño sabrá que éstas «funcionan» y se seguirán presentando. Los dos padres deben actuar de la misma manera ante una pataleta. Si consideras que la forma en la que se manejó la situación no es de tu agrado, deben conversarlo posteriormente y a solas. Lo ideal es que siempre se aplique la misma técnica y estrategia y de forma persistente, porque si ceden, el niño aprenderá que los berrinches funcionan (aunque solo sea a veces) y lo intentará siempre.
4. Felicítalo cuando intente algo nuevo: Si en lugar de tener una pataleta, te pidió que «por favor» hagan algo o se mantuvo tranquilo cuando recibió una negativa, reconoce su buen comportamiento.
Las rabietas infantiles se dan sobre todo en los primeros años de vida y sin importar lo obediente que sea un niño, en algún momento tendrá una pataleta. Recuerda que es parte de un proceso normal y que mejorará con el tiempo. Durante los berrinches mantén la calma, respira y se firme, al final este pasará.
FUENTE: ESCUEL EN LA NUBE, ISEP CLINIC | FOTOS: PIXABAY.